¿Sabías que la Tizona no fue la única espada de nuestro héroe legendario?

Con motivo de la entrega de la Espada Tizona forjada a mano al ganador del Accésit del Concurso fotográfico Burgos Cidiano, se nos antoja necesario profundizar un poquito más en la historia de esta popular arma legendaria.
La Tizona es, sin duda, una de las espadas más conocidas de la historia de nuestro país, no solo por su importancia y singularidad, también por su vinculación al Cid Campeador y su controvertida leyenda que aún está sin resolver.
Esta histórica espada se ha considerado propiedad de nuestro héroe legendario y es quizás, el símbolo más asociado a su figura. La pieza presenta dos partes claramente diferenciadas que corresponden a épocas distintas.
La hoja de acero
Forjada y datada en la primera mitad del siglo XI.
Posteriormente, en el siglo XV, se modificó su canal central y se realizaron las inscripciones en castellano antiguo:
"Io soi Tisona fue fecha en la era de mile quarenta" - “Yo soy Tizona. Fue hecha en la era de mil cuarenta “
"Ave María Gratia Plena Dominus Mecum“ – “Ave María. Llena eres de gracia. El señor es contigo.”
La empuñadura
No es el tipo de empuñadura musulmana que se utilizaría en el siglo XI, es más compleja que las de siglos anteriores, lo que nos lleva a pensar que fue sustituida en la época renacentista o de los Reyes Católicos.
Es complicado afirmar que el Cid tuviera una espada con este nombre, ya que la primera referencia a “La Tizón” aparece en el Cantar de Mío Cid que le atribuye esta arma a nuestro héroe legendario tras conseguir vencer en Valencia al rey Búcar de Marruecos.
Sin embargo, un comité de expertos de la Universidad Complutense de Madrid estudió, analizó y restauró la Tizona, y finalmente acreditaron que la espada y el Cid convivieron.
La Tizona, que ha pasado por numerosas manos ilustres, como por ejemplo, las de Fernando II de Aragón, “el Católico” o los marqueses de Falces, fue depositada en los años 70 del siglo XX en el Museo del Ejército de Madrid, donde compartía sala con otras espadas y estaba custodiada por una vitrina vertical que rezaba ‘Tizona’. Tras el cierre de dicho museo en el año 2007, fue trasladada al Museo de Burgos donde se puede contemplar hoy en día.
Cabe destacar que el 18 de Enero de 2003, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte declara la espada conocida como "La Tizona del Cid" Bien de Interés Cultural.
A pesar de todos los interrogantes que la acompañan, no debemos desprestigiar su grandeza y es que, es una de las pocas espadas medievales que se conservan en tan buen estado y nos permiten seguir conociendo su historia y la historia de la época. Sin duda, una pieza extraordinaria.
Pero… ¿Sabías que la Tizona no fue la única espada de nuestro héroe legendario?
La Espada Colada es la otra espada que el guerrero castellano utilizó durante sus célebres batallas.
A pesar de que no existe constancia alguna de una espada de este tipo en ninguna de las crónicas de la época, el Cantar muestra esta hoja como el arma ganada en combate por el Cid defendiendo al reino de Taifa contra el ejército de Barcelona.
El final de esta espada es otro de los grandes mitos en torno a esta arma; algunos señalan que se destrozó en pedazos en batalla; y otros, sin embargo, defienden que fue robada.
¿Perteneció o no la Tizona al Cid Campeador? ¿Existió realmente la Colada? Muchas son las incógnitas que rodean a nuestro héroe legendario pero no cabe ninguna duda de que su figura perdura y perdurará en el tiempo.

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