¿Qué es el ciclo cidiano?

Para hablar del ciclo cidiano es indispensable profundizar en la historia del Puente de San Pablo, uno de los múltiples puentes con los que cuenta la ciudad de Burgos.
Aunque el Cid abandonó la ciudad por el Arco de Santa María, cruzando el Arlanzón a esa altura y acampando en la glera, este puente es de vital importancia en la historia cidiana ya que alberga un monumental proyecto en honor a nuestro héroe legendario.
El Puente de San Pablo.
Sus primeras referencias nos sitúan en el año 1242. Según documentos oficiales en este año se llevó a cabo su construcción aunque es posible la existencia de otro anterior.
Recibe este nombre debido a su proximidad con el convento dominico dedicado a San Pablo que se alzaba en el margen izquierdo del río Arlanzón donde actualmente se ubica el Complejo de la Evolución Humana y donde durante el Festival Burgos Cidiano se han realizado múltiples actividades; las batallas medievales, el campamento de caballos o el espacio gastronómico con sus respectivos espectáculos.
A lo largo de su existencia, el Puente de San Pablo ha sufrido numerosas y significativas reparaciones tanto en su estructura, debido a las múltiples riadas, como en sus dimensiones ya que tuvo que ser ensanchado ante la gran afluencia de tráfico.
A mediados del siglo XX, coincidiendo con nuevas obras de conservación y ampliación, y debido a la importancia que había adquirido formando parte de la carretera Madrid-Irún, se lleva a cabo un gran proyecto de transformación. Además, dicho proyecto recogía el anhelo de convertirlo en un punto emblemático de la ciudad en homenaje a nuestro gran héroe legendario.
Por esta razón, en torno al Puente San Pablo se desarrolló un proyecto arquitectónico-escultórico en honor al Cid que se denominaría ciclo cidiano.
El ciclo cidiano.
El ciclo cidiano es un conjunto de ocho esculturas de personajes históricos que engalanan el Puente de San Pablo.
Ocho estatuas relacionadas con el Cid, repartidas a ambos lados, simulando un cortejo de piedra que acompaña a nuestro héroe legendario en la salida de la ciudad hacia su destierro.
Para su realización se convocó un concurso nacional ganado por el arquitecto Fernando Chueca Goitia cuyo proyecto, además de la modificación del propio puente, incluía la introducción de dichas esculturas cidianas.
El escultor Joaquín Lucarini fue el encargado de llevarlas a cabo y, para ello, utilizó la dura piedra de Hontoria. El resultado fue unas estatuas totalmente adecuadas a los cánones estéticos de la época.
Pero… ¿quiénes son los personajes representados en estas figuras?.
Doña Jimena
Fiel esposa del Cid con quien contrajo matrimonio en el año 1074. De esta unión nacieron Diego, Cristina y María aunque el Cantar ignora la existencia de Diego y renombra a las hijas como Elvira y Sol.
Abad San Sisebuto
Abad del Monasterio de San Pedro de Cardeña y gran protector del Cid y de su familia a la que acogió en su monasterio al ser desterrado. En el Cantar recibe otro nombre; Don Sancho.
Don Jerónimo de Perigord
Monje cluniacense francés que aparece en el Cantar como un ilustrado clérigo que se une al Cid en su lucha contra los moros, recibiendo el obispado de Valencia.
Diego Rodríguez
Único hijo varón del Cid fallecido en 1097 en la batalla de Consuegra en Toledo.
Martín Antolínez
“Burgalés de PRO” o “Burgalés cumplido” según el Cantar. Le proporcionó pan y vino en la Glera y le ayudó en la treta del cofre. Posteriormente, marchó con él al destierro
Martín Muñoz
Caballero portugués y Conde de Coimbra y de Montemayor. Desterrado con el Cid, le ayudó en la conquista de Valencia.
Ben Galbon, Señor de Molina
Fiel amigo y admirador del Cid. Escoltó y protegió a Doña Jimena y a sus hijos en su traslado a Valencia.
Álvar Fáñez
Sobrino del Campeador y hombre de confianza que le acompaña a lo largo de todo su destierro.
Tal fue el entusiasmo que recibió el proyecto que finalmente llegó a denominarse “Vía Sacra Cidiana” y es que, al ciclo cidiano, se le unieron la Plaza del Mío Cid y la representación que la preside; una magnífica figura fundida en bronce de nuestro héroe legendario a lomos de su caballo Babieca que encumbra este emblemático punto de la ciudad de Burgos.

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