La batalla de Llantada y el Cid Campeador

La localidad palentina de Lantadilla rememora este domingo 13 de agosto un hecho trascendental en la historia de Castilla: la batalla de Llantada. Una contienda muy unida a la figura del Cid. Y lo celebra durante todo el día con una programación cultural compuesta por una recreación histórica, conciertos, mercados y desfiles medievales entre otras actividades.
Pero… volvamos a la historia. ¿De qué manera se relaciona esta batalla con El Cid?
Pongamos un poco de contexto. El primer Concilio de obispos católicos celebrado en la Diócesis palentina tuvo lugar en Llantada en el año 1067, bajo el pontificado del Papa Alejandro II. Un año después Llantada, situada en el límite de los reinos de León y de Castilla, fue testigo de las guerras fratricidas entre Alfonso VI y Sancho II.
El reparto de la herencia entre todos los hijos de Fernando I nunca contentó a Sancho, que siempre se consideró como el único heredero legítimo, por lo que inmediatamente se movilizó para intentar hacerse con los reinos que les habían correspondido a sus hermanos en herencia. De esa manera se inició así un periodo de siete años de guerras protagonizadas por los tres hijos varones de Fernando I.
Al fallecer en 1067 la reina Sancha se iniciaron las disputas con su hermano Alfonso, al que se enfrentó el 19 de julio de 1068, en la Batalla de Llantada en un juicio de Dios, para dirimir la posesión de sus respectivos reinos en manos de un único soberano, ambos hermanos pactaron que el que resultase victorioso obtendría el reino del derrotado.
Sancho II con la ayuda de Rodrigo Díaz de Vivar su alférez, derrotó a Alfonso VI que huyó. Esta guerra no fue decisiva, aunque Sancho venció, su hermano Alfonso no cumplió con lo acordado (no cedió sus derechos).
La Batalla de Llantada tuvo como principal consecuencia el aumento del prestigio de Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid Campeador). Así lo contaba la Historia Roderici (crónica biográfica de Rodigo Díaz de Vivar escrita en latín en el siglo XII).
“Este distinguía a Rodrigo Díaz con su predilección y amistad de tal manera que lo nombró alférez de todo su ejército. Así creció Rodrigo y se convirtió en guerrero muy fuerte y Campeador en el palacio del rey Sancho. En las batallas que el rey Sancho libró con el rey Alfonso en Llantada y Golpejera, donde le venció, Rodrigo Díaz llevó el pendón real del rey Sancho y se destacó y sobresalió entre todos los soldados de su ejército”.
Del lugar de la batalla queda como recuerdo la ermita de la Virgen de Lantada, con una pequeña talla románica de Virgen sedente con Niño.
Tanto si conocíais la historia como si acabáis de descubrirla os animamos a visitar la localidad de Lantadilla este próximo domingo y disfrutar con la programación cultural que han preparado para la celebración.

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